Cuando llega el buen tiempo y cambian nuestras rutinas diarias, nos relajamos y llegan las vacaciones (no horarios, no trabajo y no colegio) toda nuestra rutina diaria cambia. Nuestra hora de despertar, desayunar, comer y cenar cambian. Además, es probable que no estemos en casa sino de viaje. Pero no te confundas, la salud de tus dientes no se va de vacaciones y es frente a estos cambios de hábitos cuando más atención deberías prestar al cuidado bucodental y sobre todo a la higiene dental.
Lo primero que debemos hacer es no abandonar la rutina de higiene dental, debemos intentar siempre hacer el cepillado de los dientes después de cada comida en la medida de los posible, si no es posible tener a mano chicles sin azúcar de los recomendados para estos casos, y sobre todo si ingerimos más bebidas azucaradas o postres, en estos momentos de relax en los que posiblemente disfrutamos de viajes, comidas y cenas procuremos no olvidar nuestros hábitos de limpieza, esto nos evitará sustos en el futuro.
¡Recordad que siempre es mejor prevenir que curar!